Parentesco, de Octavia E. Butler

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En numerosas ocasiones he leído por redes sociales comentarios en los que se deseaba la vuelta de Octavia E. Butler a nuestras librerías. Autora apenas traducida al español, solo unos libros en la desaparecida Ultramar Ediciones, poco se conocía de ella además de detalles biográficos y cierto renombre. Bien, Capitán Swing ha decidido publicar Parentesco, una novela que puede ser interesante tanto a lectores cercanos al género fantástico como a los que no lo son.

Parentesco es una novela dura, agria, conmovedora y con mensaje. Butler escribió en 1979 este libro que empieza de un modo abrupto cuando una joven viaja en el tiempo a la época de la esclavitud. Sin saber cómo ni los motivos por los que ha acabado allí, se ve involucrada en una situación de urgencia en la que actúa por puro instinto. Su vestimenta, con pantalones, provoca que la confundan con un hombre. Hombre o mujer, posible esclava a fin de cuentas, cuando su vida corre peligro se ve traslada de vuelta a su época. Este no es el único viaje en el tiempo que realiza y va encontrándose una y otra vez con una misma persona del pasado en distintos puntos de su vida.

No he desvelado mucho con este resumen del comienzo y creo que es mejor no contar nada más de la narración en sí misma. Al fin y al cabo, para mí lo importante en Parentesco tampoco es la historia, son los temas que trata y el modo de enfocarlos.

Gracias a un ritmo acelerado, Octavia E. Butler consigue atrapar a cualquier lector en una historia que de otro modo quizá sería densa o espantaría a muchos, víctimas de sus prejuicios. Con gran capacidad, incluso lo llamaría manipulación, logra que el uso de la narración fantástica pase a un segundo plano y que el lector se encuentre en medio de una historia sobre la esclavitud con unos personajes magníficos.

¿De qué trata Parentesco? De la capacidad de adaptación, la resistencia, el statu quo y, sobre todo, de la debilidad humana. Dana, la protagonista, es una heroína. En un mundo donde todos los demás personajes son empujados a la flaqueza y a la contaminación vital que supone un sistema enfermizo, y por lo tanto desconcertante, ella no cede. La joven negra se comporta para los demás como un blanco aunque no lo intente: la falta de sumisión está asociada al color de piel. En la plantación a la que vuelve sin desearlo encuentra una familia de blancos cuyos instintos animales y violencia los pervierten y deshonran. A su vez, los esclavos negros solo pueden vivir en la humillación provocada por el miedo.

En Parentesco hay varios personajes que acompañan a Dana: su pareja, que para dar un mayor juego narrativo la autora decide que sea blanco; y, principalmente, el dueño de los esclavos al que vemos en distintas etapas de su vida, desde niño descontrolado a vil adulto. También hay un abanico de señores y esclavos en la plantación, entre los que encontramos distintos roles.

El contraste de los conocimientos que tiene Dana como ciudadana de los años 70 con los de los demás provoca que sea respetada en algunos momentos, pero su color de piel es una barrera infranqueable cuando llegan los momentos importantes. El código moral que describe Butler en la plantación no deja lugar a la duda ni busca atenuar el pasado. En una mirada que enfurecería a Jim Goad, ataca sin fisuras a todos los blancos y muestra constantemente sus inseguridades y temores.

En la novela hay un claro mensaje feminista. La admirable Dana tiene una fortaleza que combate lo que serían sus dos puntos flacos ante los dueños de la plantación: es mujer y negra. Aunque el ser mujer no siempre es importante, los duros castigos y agresiones no conocen barreras y son repartidos con similar violencia entre hombres y mujeres. Ella, a pesar de conocer la historia y saber que aún queda tiempo para que llegue la Guerra de Secesión, no se rinde. No puede esquivar la historia, pero su vida está llena de pequeñas batallas.

Amelia Pérez de Villar ha traducido muy bien esta novela que comienza con la quinta marcha y luego va bajando de velocidad y fluye con un ritmo admirable, lejos de aburrir y con constante tensión e interés para el lector durante las 300 páginas.

Espero que esta aventura de Capitán Swing con Octavia E. Butler se vea recompensada en ventas y repercusión para que vuelvan a publicarla. Sean sus obras de ciencia ficción o no, por mi parte contarán con un lector. Parentesco es la clase de novela que solo puede escribir alguien que conoce el oficio y sabe contar una historia, todo un ejemplo de lo que comentaban quienes solicitaban que fuese traducida.

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