La vegetariana: camino de la catástrofe

La teoría de catástrofes viene a decir que el cambio continuo de una variable induce a cambios abruptos en la trayectoria temporal de otras variables. Este podría ser el resumen de La vegetariana, la estupenda novela de Han Kang en la que la anodina protagonista decide realizar unos cambios personales que desestabilizan todo su entorno hasta alcanzar extremos inesperados.

La novela publicada por :Rata_ y ganadora del Man Booker International empieza con la transformación que sufre una aburrida pareja surcoreana cuando unos sueños empujan a Yeonghye a volverse vegetariana y, por pura inercia, también a su marido en las comidas que realiza en casa. Este acto pasivo y sin demasiadas consecuencias para los que le rodean causa incomodidad en el rígido entorno familiar y social. Ella es una persona inofensiva y retraída, cuando Kang la define habla del tiempo que pasa leyendo sola en su habitación, pero la suma de los pequeños virajes personales que realiza acaba por provocar una violenta tensión a su alrededor.

La vegetariana es una novela contundente, que se lee en un par de tirones y está dividida en tres capítulos. Cada uno de ellos se narra desde el punto de vista de un familiar de Yeonghye, no hay una entrada al interior de la protagonista, solo quedan sus actos y los leves comentarios que hace. El primer tramo, cuando comienza el desarme vital, es el más atractivo y se vive desde la perspectiva de su marido: testigo inane y carente de voluntad que aparte de sentirse incómodo parece incapaz de controlar la caída en desgracia que se genera en el primer enfrentamiento físico de sus suegros con Yeonghye.

Lo más interesante de esta novela es el equilibrio que se realiza en la cuestión de la violencia. Yeonghye decide anular cualquier acto violento en su vida, no provocar la muerte de animales, no responder a la agresividad humana, anular su ser y transformarse en planta, pero al despojar de violencia su persona, esta se traslada y responde -hacia ella u otras personas- desde el ámbito que la rodea. Hay agresiones, violaciones, sangre, detenciones… El equilibrio queda desmantelado y las catástrofes arruinan las vidas de los protagonistas.

La única parte negativa de La vegetariana está en los mismos cambios de perspectiva. Cuando ocurre el primero, el lector siente cierta desorientación respecto a la dirección de la historia; y al comienzo del tercer tramo la novela sufre una decena de páginas que fácilmente podrían haberse reducido por lo fatigosas que resultan.

El estilo utilizado por Han Kang refleja una intrigante calma, no sufre de caídas y elude los excesos. Tampoco hay nada negativo en la notable traducción de Summe Yoon. La novela es un ejercicio donde fluyen con aparente normalidad una serie de actos extraños que logran sumergir al lector en un estado de continuo asombro tan atractivo como incómodo.

La edición de la nueva editorial :Rata_ ofrece un enriquecedor volumen que suma a la novela una introducción de diez páginas, información sobre la obra, breve entrevista a la autora y un texto de la traductora sobre su labor con este libro. Un par de nimios detalles la apartan de la perfección, pero la verdad es que desearía encontrar más libros editados con este cariño.

La vegetariana es un tesoro de 240 páginas que sorprende y remueve a un lector incapaz de entender del todo los actos de Yeonghye o la violenta respuesta de la sociedad. Es una novela que puede gustar a cualquier clase de lector: el estilo y la estructura satisfarán a los más exquisitos, a la vez que una historia desasosegante y cruenta por momentos logrará mantener la atención de todo el que se adentre en la novela. En definitiva, rara avis literario al que auguro un largo recorrido en librerías al ser de esas novelas que uno recomienda sin riesgo a equivocarse.

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